Hubo un tiempo en que en internet se puso de moda hacer listas. Muchas páginas web se hicieron famosas y lograron un tráfico de lectores espectacular gracias a títulos como: "Las 10 mejores canciones de todos los tiempos", "Las 10 mejores series de televisión de los noventa", "Las 50 mejores películas del siglo XX que no debes perderte", etc.
La fiebre de las listas no ha terminado todavía y es probable que nunca termine. Como recordaba el semiólogo italiano Umberto Eco en El vértigo de las listas, lo de hacer listas se remonta a los orígenes de la humanidad.
Sin ir más lejos - o, mejor dicho, yéndonos muy lejos -, las primeras listas de las que tenemos noticia se encuentran en La Ilíada de Homero, el canto clásico que narra la famosa Guerra de Troya, y que data (el canto) del siglo VIII a. C.
¿Y todo este rollo qué tiene que ver con la facturación? Pues en lo siguiente: que si la humanidad se ha puesto a hacer listas desde tiempos de Homero no ha sido por mero pasatiempo o aburrimiento. Sino que, como indica Umberto Eco, por la necesidad de ordenar nuestro mundo.