Determinados sectores económicos tienen su peculiar forma de factuar determinados servicios. De ahí que, en algunos casos, precisen de plantillas de factura con requisitos que se adapten a sus necesidades.
Valga por delante que no estamos hablando de formas de hacer facturas de legalidad más que dudosa. Sino, más bien, de cómo facturar dichos servicios sin que Hacienda se ponga nerviosa.
Hablamos, en efecto, de las retenciones de obra, una suerte de garantía sobre la calidad de la obra que se entrega o se va a entregar y que el cliente retiene, durante un tiempo, a su constratista.
Cómo consignar las retenciones de la construcción en una plantilla de factura
Existen dos formas de hacer constar tales retenciones en un modelo de factura. Una con IVA y otra sin IVA, dependiendo del estado de la obra. Veamos:
- Si la obra ya ha sido entregada, la retención se resta sobre el total de la factura, esto es, una vez se ha aplicado el IVA sobre la base imponible.
- Si la obra está en curso, la retención se resta sobre la base imponible y luego se aplica el IVA.
En este segundo caso, la retención se factura como un anticipo. Por lo que, para recuperar la retención, se deberá emitir otra factura con su correspondiente IVA.
Así quedaría, por ejemplo, en nuestro programa de facturación el hacer una factura con retención del 5%:
En el primer caso, sin embargo, para recuperar la retención no se debe emitir otra factura. Se hace por anotación del flujo monetario.