Seguimos con el carrusel de omisiones en un modelo de factura. En la sesión de hoy, de los creadores de "he olvidado poner mi NIF en la factura" llega: "¡He olvidado poner la razón social!".
La razón social en un modelo de factura
Se entiende por razón social el nombre completo de la empresa tal y como figura en los documentos legales de constitución de aquella como persona jurídica.
No hay que confundir la razón social con el nombre comercial, que hace referencia al nombre con que se comercializa la marca entre el público.
Por lo que, en efecto, es la razón social lo que debe figurar en la plantilla de factura (así como la del cliente, siempre y cuando se trate de una empresa). Y no: el nombre comercial, si no coincide con el de la razón social, no puede sustituir esa información.
La razón es muy sencilla: si no consta la razón social, la factura no tiene ninguna validez fiscal, por lo que la Agencia Tributaria no la aceptará ni aceptará barco (nombre comercial) como animal acuático.
Cómo evitar el olvido de la razón social en un modelo de factura
Al hacer facturas se impone un principio que es universal a cualquier tarea: se debe empezar por el principio.
Y el principio en toda facturación es la palabra, como reza el Evangelio de San Juan, que, en nuestro caso, se transforma en la razón social el emisor de la factura.
Este olvido se puede evitar, fácilmente, usando un programa de facturación. En el caso de Debitoor es tan sencillo como ir a la configuración y, en "Información de la empresa", rellenar los datos de la razón social en "Nombre de la empresa" y, de paso, el resto de datos obligatorios (dirección, CIF) según la normativa de facturación:
De este modo, al hacer facturas, uno ya puede olvidarse de la razón social (ahora sí), dada la tranquilidad que supone que un software para hacer facturas lo tenga siempre presente.