En Debitoor sabemos que frases como "¿podrías dejarme esto un poco más barato?" forman parte del día a día de cualquier autónomo o empresario.
¿Pero qué debemos hacer cuando un cliente nos pide un descuento? ¿Qué opciones tenemos? Hoy os contamos las diferentes estrategias que podéis seguir llegado el caso.
Una solución puede ser ofrecer diferentes tipos de descuento en función de lo que mejor se adapte a tu negocio. También puedes ofrecer pagos fraccionados o reducir lo que estás ofreciendo.
Por último, siempre queda la opción de no ofrecer ningún descuento.
Ofrecer un descuento
Cuando tus clientes te pidan un descuento, tienes que tener en cuenta que existen diferentes tipos de descuentos que puedes ofrecerles, dependiendo de cuál sea tu objetivo a la hora de ofrecer este descuento.
Descuento en la factura
Puede ser que dar descuentos a tus clientes sea parte de tu estrategia de precios o que tengas un amplio margen de beneficio. En ese caso, puedes ofrecer descuentos sin problema.
Con tu programa de facturación podrás crear facturas con descuentos por línea o podrás hacer facturas con descuento en el subtotal.
El porcentaje que quieras rebajar es algo que decides tú.
Descuento por pronto pago
En el caso del descuento por pronto pago, negocias unas condiciones con tu cliente para que este te pague antes de una fecha determinada. Cuando el cliente pague antes de dicha fecha, se le aplicará el descuento acordado.
El objetivo del descuento por pronto pago es incentivar a tus clientes para que te paguen antes de tiempo.
Los descuentos por pronto pago irán fuera de tus facturas y deberás registrarlos como un gasto. Te contamos cómo hacer descuento por pronto pago en tus facturas en nuestro blog.
Descuento por volumen de compra
Es muy común negociar descuentos por volumen de compras. Esto quiere decir que cuanto más compre tu cliente, mayor será el descuento. Lo habitual es que este tipo de descuentos sean propiciados por relaciones comerciales a largo plazo.
A este tipo de descuentos, los cuales pueden encontrarse dentro o fuera de la factura, se les conoce como rappel. El rappel puede ser progresivo y aumentar conforme aumenta el volumen comprado.
Te contamos cómo hacer una factura con descuento rappel en nuestro blog.
Mostrarse flexible
Habrá ocasiones en las que consideres que ofrecer un descuento no es una posibilidad. Sin embargo, ser flexible con tus clientes, siempre es una buena idea.
¿A qué nos referimos con ser flexible? Muy sencillo: puedes ofrecer, por ejemplo, el pago fraccionado de las facturas o reducir el paquete de servicios que estás ofreciendo.
Pago a cuotas o fraccionado
Como hablábamos, una alternativa a los descuentos es ofrecer el pago fraccionado de la factura. Es decir, si tu cliente no puede hacer frente al pago de la factura de manera inmediata, puedes ofrecerle pagar dicha factura a plazos.
Con Debitoor es posible hacer cobros parciales de facturas. Simplemente deberás crear tu factura como lo haces siempre. No es posible incluir distintas fechas de vencimiento para cada pago parcial, pero puedes desglosar esta información en el apartado Términos en la parte inferior de la factura.
Cuando llegue la hora de cobrar la primera cuota de la factura, deberás hacer clic en Cobrar factura e introducir el importe que te hayan pagado. Por ejemplo, si tienes una factura por 100 euros, puedes introducir 45 euros como primer pago. De esta manera, el estado de la factura pasará de impagado a parcial.
Podrás completar el pago de la factura cuando introduzcas el resto de importes.
Reducir servicios
Pongamos que ofreces un paquete de servicios, y por el motivo que sea, tu cliente te pide un descuento. Siempre puedes, en lugar de bajar el precio de lo que ofreces, ofrecer un paquete de servicios menos completo o quitar los servicios menos esenciales.
De esta manera, el cliente terminará pagando menos y tú no habrás reducido el precio de tus servicios.
No dar el descuento
Por último, es importante remarcar que siempre estás en tu derecho de no dar descuentos. Si consideras que el precio que ofertas es el adecuado o que el margen de beneficio de lo contrario no sería suficiente, puedes rechazar darle un descuento a tu cliente.
Al fin y al cabo, cuando se trata de tu negocio, tú eres el que tiene la última palabra.