Hoy en día, llevar un negocio con tantos entresijos como el de una autoescuela es suficiente reto como para tener que añadirle la tediosidad que supone tener que llevar la contabilidad al día.
Es por esto que si tienes una autoescuela, lo mejor para tí es hacerte con un programa de facturación que sea fácil e intuitivo de utilizar.
¿Por qué necesito un programa de facturación?
Al tener una autoescuela, tendrás que hacerle frente a una serie de obligaciones tributarias, tales como hacer facturas, pagar tributos o llevar un registro de la contabilidad de tu negocio.
La facturación, una palabra que en papel suena tan complicada, puede ser muy sencilla y no debería quitarte tiempo, eso sí, si cuentas con un programa de facturación a tu medida. Con Debitoor podrás crear facturas, enviar presupuestos a tus clientes y registrar los gastos de tu autoescuela, entre otras muchas cosas.
Contar con un buen programa de facturación es importante a la hora de evitar errores que largo plazo te pueden traer muchos quebraderos de cabeza y hacerte invertir tiempo y esfuerzo extra, tales como no numerar las facturas consecutivamente, el cálculo incorrecto del IVA, etc.
¿Cuándo no tengo que aplicar IVA?
Están exentos de IVA los servicios de enseñanza (prestados en tu autoescuela), destinados a la formación o al reciclaje profesional necesarios para que el alumno pueda ejercer determinadas actividades profesionales.
Se incluyen en esta exención los permisos C1, C1 E, C E, C, D1, D1 E, D, D E, los certificados para conducir vehículos de transporte escolar, transporte público de viajeros, la licencia para conducir vehículos agrícolas autopropulsados y vehículos prioritarios que utilicen aparatos emisores de luces o señales acústicas especiales.
¿En qué situaciones me es útil un programa de facturación?
Un programa de facturación, no sólo tiene que ayudarte a hacer facturas, si no que tiene que ser una herramienta para que tú puedas ahorrar tiempo y puedas prestar un servicio más profesional día a día.
Por ejemplo, si emites una factura a uno de tus clientes, y éste te paga el primer plazo en efectivo en el mostrador, y los dos siguientes a través de transferencia bancaria, puedes reflejar estas operaciones en el programa de facturación, sin volverte loco.
Otro ejemplo de por qué te puede ser especialmente útil; imagínate que tienes un cliente potencial que está indeciso; le puedes enviar un presupuesto con la oferta que le hayas hecho por e-mail, para que éste tenga tiempo a pensárselo. Si el cliente acepta el presupuesto, puedes convertir éste en factura e incluso el cliente te lo puede pagar online. De esta manera, te diferencias de la competencia y le facilitas la vida a tus clientes.
Algunos programas de facturación online, como Debitoor, te permiten ir un paso por delante y te brindan la posibilidad de conectar tu web automáticamente al proceso de facturación. Esto se realiza mediante una API abierta.
Así, si tienes muchos clientes (como es el caso de una autoescuela) no tienes que preocuparte de generar la factura o el presupuesto manualmente, si no que la API la generará por ti. Y no sólo puedes hacer facturas; también puedes contabilizar tus gastos; desde las tasas que tienes que pagarle a la DGT, hasta la gasolina o la compra de un nuevo coche.
Y por supuesto, con Debitoor no necesitas ser un experto en contabilidad; le puedes dar acceso a tu asesor para que te eche una mano con todo lo que necesites. ¿Podría ser más fácil?