Entre los autónomos y empresarios que se dedican al comercio internacional cunden algunas dudas por lo que respecta a la facturación y contabilidad en otra divisa.
Estas dudas tienen que ver sobre cómo hay que facturar y contabilizar la transacción con un cliente cuya moneda nacional es distinta a la nuestra.
Para evitar repeticiones, nos remitimos, en primer lugar, a un blogpost que publicamos hace tiempo sobre los modelos de factura multidivisa.
Ahí detallamos cómo hay que hacer una factura en otra divisa y qué información ha de aparecer en la factura.
En este espacio queremos aclarar otras dudas relativas a:
- El tipo de cambio que se ha de tener en cuenta.
- Cómo hay que contabilizar la factura y su pago.
El tipo de cambio en la facturación multidivisa
Cuando alguien va a emitir una factura multidivisa, una vez acordada la moneda de la transacción, la pregunta que le asalta es la siguiente: ¿Qué tipo de cambio he de aplicar?
La respuesta se puede antojar obvia: el tipo de cambio con fecha de emisión. Y como tu contabilidad y fiscalidad son en euros, es el Banco Central Europeo (BCE) quien fija el tipo de cambio del día.
Esta información se puede consultar en la página web del Banco de España sin mucho esfuerzo.
Cómo contabilizar la factura y su pago
Es en este punto cuando llegan las confusiones. Una vez emitida la factura con el tipo de cambio a fecha de expedición, ¿puedo contabilizar la factura en la divisa extranjera?
La respuesta es sí. El Plan General de Contabilidad lo permite. Ahora bien, a efectos fiscales, puede ser un auténtico lío, pues tu fiscalidad ha de ir obligatoriamente en la moneda de tu país.
Es por esta razón que se recomienda llevar toda la facturación y contabilidad en la misma moneda (con la que se tributa), con independencia de que factures en distintas divisas.
La siguiente confusión es aun mayor. Pues se troca rápidamente o bien en frustración o desconcierto o ambas: al recibir el pago días o semanas más tarde, éste no coincide con el tipo de cambio que aplicaste el día de la emisión.
Pues bien, se trata de algo inevitable. En primer lugar, porque el tipo de cambio se fija diariamente y este puede diferir, aunque sea en pocos céntimos, de un día para el otro.
Además, hay que contar con que tu banco aplica comisiones que pueden agrandar aun más la diferencia.
¿Qué hacer, entonces? Está claro que esa diferencia no se puede dejar colgando y que al cierre del año contable habrá que apuntarla.
Afortunadamente, los programas de facturación que incluyen la factura multidivisa tienen en cuenta estos desfases contables, de modo que te ayudan a registrarlo y contabilizarlo correctamente sin que te suponga muchos quebraderos de cabeza.