En una economía cada vez más internacionalizada, la facturación en otra divisa es una realidad y una posibilidad que muchos autónomos y pequeñas empresas han de tener presente y valorar (siempre y cuando se animen a dar el salto).
Si el comercio tiene lugar dentro de la zona euro no es problema, pero si se pretende ir más allá de las fronteras de la moneda común, hay que estar preparado desde un punto de vista de la facturación y la contabilidad.
Así que para empezar, conviene dotarse de un modelo de factura que contemple el uso de otras divisas. Y luego, si es necesario, hacer la factura en otro idioma (el de tu cliente) puede ayudarte a sumar puntos.
Qué hay que tener en cuenta cuando se factura en otra divisa
Lo primero que hay que saber, desde un punto de vista contable, es que el Plan General de Contabilidad permite llevar la contabilidad en diferentes divisas, aunque luego la tributación siempre tendrás que hacerla en euros.
Desde el punto de vista de la facturación, conviene tener en cuenta lo siguiente:
- Acordar con tu cliente en qué tipo de divisa quiere la factura.
- Registrar la transacción en esa divisa y tener en cuenta el tipo de cambio.
Información imprescindible en el modelo de factura
En la plantilla de factura se ha de contemplar la siguiente información:
- Ha de quedar claro la divisa.
- Ha de figurar el código ISO (EUR, para euros; USD, para dólares estadounidenses; GBP, para libras esterlinas, etcétera).
- El tipo de cambio, que ha de corresponder con el tipo de cambio establecido por el Banco Central Europeo (BCE) el mismo día de la emisión y que puedes consultar en la página web del Banco de España.
Cómo cambiar de divisa en los modelos de factura de Debitoor
Si usas Debitoor, nuestro programa de facturación, puedes cambiar de divisa en nuestras plantillas de factura fácilmente.
Al hacer una nueva factura, verás en "Opciones" (debajo de "Líneas de facturas") la casilla "Moneda". Ahí eliges la divisa:
Al lado verás la casilla "Tipo de cambio". Se trata del tipo de cambio fijado por el BCE. Es aconsejable, como decíamos antes, que dejes claro qué tipo de cambio has aplicado en el apartado "Términos".
La contabilidad, no obstante, siempre será en euros, lo que te facilitará también una mejor visión de tus cuentas (una contabilidad multidivisa, aunque aceptable, es una locura).