A cualquiera que se dedique a una actividad profesional, artística o empresarial le sonarán estas palabras: Impuesto de Actividades Económicas.
¿Cómo afecta a los autónomos? ¿Y a su facturación?
¿Qué es el Impuesto de Actividades Económicas (IAE)?
Es un tributo que grava a toda persona física, jurídica o entidad que desempeñe una actividad empresarial, profesional o artística en España. Desde un punto de vista formal, está compuesto por tres secciones y distintos epígrafes.
Cada sección recoge las tres actividades que grava el impuesto - empresariales, profesionales y artísticas - y los epígrafes describen actividades o profesiones en concreto (fisioterapeutas, psicólogos, artistas, guías de turismo, etc.) con su correspondiente cuota.
No están todas las actividades y menos las de nuevo cuño digital (copywriters, por mencionar una cercana). Pero eso no quiere decir que uno no se pueda encuadrar en alguna de corte parecido.
¿Cómo afecta el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) a los autónomos?
¿Deben pagar los autónomos este impuesto? Pues bien, estas son las condiciones:
- Durante los dos primeros años de actividad están exentos.
- A partir del tercer año deben pagarlo si - y solo si - sus ingresos netos del primer año superaron el millón de euros.
Conclusión: muchos autónmos - y empresas - no deben pagar este impuesto. Pero esto no quiere decir que dicho impuesto no les afecte en nada.
Al darse de alta como autónomo, este debe elegir un epígrafe del IAE en el registro de Hacienda (modelo 036 o modelo 037).
La elección de ese epígrafe determinará en qué tipo de régimen de tributación del IRPF se adscribe el autónomo (estimación directa o estimación objetiva).
Según la sección, el autónomo deberá aplicar la retención de IRPF al hacer facturas. Esto último te lo detallamos a continuación.
El Impuesto de Actividades Económicas (IAE), los autónomos y la facturación
Si el autónomo está registrado en un epígrafe de la sección 2 (actividades profesionales) debe emitir facturas con retención. Ahora bien: solo cuando los clientes son profesionales o empresas.
En caso de tener clientes particulares no se aplican retenciones en las facturas y la obligación de expedir la factura depende del cliente (si la solicita para fines fiscales).
En resumen, el IAE sí afecta a la facturación y a la forma de facturar de los autónomos aunque estos no deban pagar dicho impuesto.