Si ya de por sí tomar la decisión de emprender un negocio te ha costado tomarla, hay otras cosas importantes que tendrás que decidir por el camino.
Si hay algo que me ha enseñado la vida en este tiempo es que el emprendimiento no es un hobby, es algo serio en lo que arriesgamos no solo dinero, a veces también un puesto de trabajo.
¿Cuántas veces te has preguntado si eres feliz con lo que haces? ¿Tienes la sensación de haber caído en una rutina y de hacer siempre lo mismo? En mi caso, llevaba tiempo pensando en abrir mi propio negocio, pero no sabía cuándo era el momento idóneo. Y fueron precisamente algunas señales que aparecieron en mi vida lo que me hicieron darme cuenta de que necesitaba un cambio.
En ese momento, después de reflexionar y tener claro que era el momento de dar el paso para emprender, me di cuenta que el dinero sería mi nueva preocupación. ¿De dónde lo sacaba?
El préstamo ya lo había descartado por los altos intereses que había que pagar y no me quedó otra que moverme de un sitio para otro buscando ayuda, hasta que un amigo me empezó a hablar de su experiencia con los concursos en startups.
El mecanismo es muy sencillo, para participar tan solo se necesita una idea de negocio, rellenar algunos datos y esperar que la gente o un jurado vote por ella.
Al final, por circunstancias de la vida, conseguí el dinero por otros medios, pero mi amigo consiguió montar su empresa gracias a la participación en un concurso.
La siguiente preocupación fue contratar a alguien en mi negocio. Me estaba convirtiendo en alguien multitarea, era jefa, secretaria y administradora a la misma vez y eso me hacía ser menos productiva y no centrarme tanto en las tareas más importantes.
El negocio llevaba poco tiempo en funcionamiento, no había mucho presupuesto, pero debía tomar la decisión de si seguir así o contratar a mi primer empleado.
Sabía que esta decisión era un gran desafío porque la empresa aún no estaba consolidada y alguien nuevo podría desequilibrarla.
Entonces, ¿cuándo es el momento idóneo para contratar a alguien?
Debemos elegir el momento adecuado para contratarlo, ni demasiado pronto porque aún no hay suficientes clientes, ni demasiado tarde porque estás tan estresado de trabajo que puedes haber perdido otras oportunidades de negocio por no disponer de tiempo para dedicarle.
Vamos a prestar atención a estos factores que determinan cuál es el momento adecuado para contratar a alguien:
- Generan ingresos:
Contratas a alguien con el objetivo de generar ingresos en tu negocio, sino no lo harías. Durante el primer año, te centras en crear un buen producto, un buen servicio, promocionarlo y conseguir clientes. El siguiente paso será contratar a alguien para que se encargue de estas cuestiones, y así tú puedas dedicarte a otros asuntos para seguir evolucionando. - Aumenta la demanda:
El número de clientes crece y necesitas crear un servicio de atención al cliente para atender sus dudas, quejas o problemas. - Vas a lanzar una campaña especial:
Quieres aumentar tus ventas en fechas señaladas como Navidad, Semana Santa, San Valentín, Día del Padre o de la Madre… - Desarrollar una estrategia de marketing online para potenciar tu negocio:
Además de tener una tienda física, quieres llegara más gente y esto se consigue a través de Internet. Crearás una página web y diseñarás una estrategia a través de las redes sociales y blog para generar engagement con tus clientes y generar más confianza. - No tienes los conocimientos específicos para hacer una tarea:
También puede pasar que no tengas las habilidades necesarias para hacer una actividad. Por ejemplo, si vas a crear una tienda online y no tienes ni idea de cómo llevar a cabo una estrategia de contenidos, deberás contratar a un Community Manager para que se ocupe de eso y de otras tareas que encajen con su perfil.
Sin embargo, hay momentos en los que contratar a alguien puede suponer el fracaso de tu negocio. Y está bien que los identifiquemos para evitar esta catástrofe:
1. Contratar a un empleado sin saber qué tareas va a realizar
En el momento en que contrates a alguien sin saber qué funciones debe cubrir, caerás en un grave error. ¿Crees que hará bien su trabajo si esa persona no sabe lo que esperas de ella? ¿Qué objetivos desea conseguir?
2. No seas impuslivo
Te sientes agobiado porque de repente tienes mucho peso encima de trabajo. Y lo peor es que estás tan angustiado que a veces te guías por tus impulsos y decides contratar a alguien ya, sin pensarlo dos veces.
Las prisas nunca fueron buenas, así que no te adelantes y tómate tu tiempo para tomar una decisión, por muy desesperado que estés.
3. Entrevistar sólo a una persona
Después de estudiar qué perfil necesitas para tu empresa, inicias la búsqueda del candidato. El tiempo es oro y si el primero que has entrevistado te gusta y crees que puede encajar, decides quedarte con él sin entrevistar a otros. Esto es un error.
Lo recomendable es tener varias opciones y meditar cuál encaja mejor.
Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
Twitter: @edigomben