A diario recibimos mensajes y llamadas de usuarios de nuestro programa de facturación para hacernos sugerencias, quedando a la espera de su inmediata implementación.
"Lo que os pido no es tan complicado", "Eso seguro que no os cuesta nada cambiarlo" y otras del mismo cariz son las expresiones con las que sentencian sus sugerencias, como si estas se pudieran implantar a golpe de varita mágica.
Qué duda cabe que el rápido desarrollo tecnológico ha hecho confundir a muchos usuarios - y no sólo a los de Debitoor - la tecnología con la magia, como señalaba el escritor Umberto Eco en un memorable artículo de elocuente título: "El mago y el científico".
¿Hacemos magia en un programa de facturación?
Eco escribía este artículo en 2002, tiempos jurásicos para esta época de acelarados cambios tecnológicos, pero que leído ahora, deiciséis años después, sigue siendo igual de actual.
El escritor italiano decía que la tecnología se había convertido en la magia de nuestro tiempo. ¿Y qué es la magia? La presunción de que se puede pasar de la causa al efecto de forma inmediata, como un cortocircuito: quiero hacer una factura, clico sobre el botón "Nueva factura" y la tengo; la quiero enviar o convertir en presupuesto, clico sobre el botón de enviar o de convertir a presupuesto, y así con toda la facturación.
La tecnología ha logrado un efecto mágico sobre nuestras vidas, lo que hay que valorar como positivo. Pero también nos ha vuelto más impacientes, cuando no airados, cuando la varita mágica no funciona o falla, aunque el "colpaso" dure unos milisegundos.
La nuestra es una época dominada, cuando no hipnotizada, por la velocidad, escribía el semiólogo italiano citando a Paul Virilio, un pensador que ha dedicado muchos de sus escritos a la tecnología.
De ahí que cuando algo falla o no se puedan realizar los cambios que deseamos nos impacientemos y en seguida amenacemos con cancelar nuestra suscripción e irnos a la competencia, que seguramente nos esperará con otras soluciones igual de mágicas o más.
Hacemos tecnología con tu programa de facturación
Hace tiempo publicamos un artículo tratando de responder a nuestros usuarios la siguiente pregunta: "¿Por qué mi programa de facturación no tiene todo lo que quiero?".
Ahí tratábamos de explicar por qué no siempre se pueden implementar todas las sugerencias que nuestros usuarios nos piden, así como el por qué de los retrasos.
Y es que en contra de lo que incluso indicaba el gran pensador italiano - para quien la tecnología se había convertido en la nueva magia de nuestro tiempo -, los cambios tecnológicos no pueden implementarse a la velocidad con la que nos deslumbran las películas o los relatos de ciencia ficción.
Antes hay que testar que los nuevos cambios funcionen y que no colapsen o provoquen errores inesperados; que respondan a las necesidades de la gran mayoría de nuestros usuarios y que, por último, cumplan con la legislación vigente.
Y eso no es un trabajo de magos, sino de programadores que, dentro de las posibilidades de la tecnología, hacen todo lo posible para ofrecerte la mejor solución a tu negocio. Como si fuera magia.