Es frecuente el uso de la factura proforma para el comercio internacional, pese a no tener ningún valor contable y fiscal.
Una factura proforma es como un oferta detallada de una operación comercial, algo que ya hemos indicado más de una vez y que, por tanto, no vamos a repetir (véase "¿Qué valor tiene una factura proforma en tu contabilidad?").
Pero sus funciones, en el comercio internacional, van más allá de esa definición.
Las funciones de una factura proforma en el comercio internacional
Determinadas relaciones comerciales con clientes extranjeros suelen caracterizarse por la fidelidad y la repeteción.
Por lo que, para hacerlo más práctico, se usa una factura proforma para fijar los términos y condiciones de la relación, a modo de contrato, pero sin detallar (todavía) ninguna operación comercial concreta.
Eso no quiere decir, ahora bien, que en determinadas operaciones no puedan aplicarse unos términos y condiciones específicos. La flexibilidad de este documento permite introducir este tipo de modificaciones, siempre y cuando, claro está, el consentimiento sea mutuo.
La factura proforma tiene, para el comprador, una función muy importante como documento justificativo respecto a los trámites en la aduana:
- Para pedir la licencia de importación.
- Para autorizar el pago de la operación con divisas.
- Para solicitar un crédito documentario en el banco.
Además, cumple otras funciones de carácter comercial:
- Como contrato para el pago anticipado de una operación (y, por tanto, previo a la emisión de la factura).
- Como justificante de un envío de muestras al futuro comprador.
- Para aclarar los términos y condiciones de una operación concreta: cuándo y cómo se hará la entrega, las condiciones de pago, etc.
Los requisitos de una factura proforma, como ya hemos dicho en repetidas ocasiones, son los mismos que los de un modelo de factura, salvo por la numeración, que en el caso de la proforma no es obligatoria.
Respecto a la aplicación del IVA en la factura final (que también ha de venir especificado en la proforma), conviene tener en cuenta las normas del IVA transfronterizo.
¿Y con Debitoor se puede hacer una factura proforma? Claro que sí. Y nada más sencillo con eso. Solo basta con probarlo, que con probarlo no se pierde nada.