Cuando hablamos de plantillas de factura entendemos, por lo general, de facturas ordinarias, completas, sin apellidos ni linajes.
No obsatnte, en el mundo de la facturación conviene siempre precisar, pues no es lo mismo una factura ordinaria que una factura proforma.
¿Cómo distinguir una plantilla de factura proforma de una plantilla de factura?
Ya hemos explicado en otro lugar por qué usar facturas proforma. Pero conviene recordar que la factura proforma no tiene validez fiscal ni contable. Es un documento meramente comercial que en ningún modo puede reemplazar a una factura.
Esto tiene sus implicaciones en cuanto a sus contenidos. Si bien, y de entrada, la diferencia es que el título ("Factura proforma") ya indica que no se trata de una factura ordinaria, en el resto de la plantilla también se debe tener en cuenta lo siguiente:
- No es obligatorio numerarla. Y si se numera, al convertirla en factura, el número de esta ha de seguir el orden correlativo de las otras facturas.
- La fecha de emisión de la factura proforma no tiene por qué coincidir con la fecha de emisión de la factura. Esto quiere decir que al hacer una factura de una factura proforma emitida un día anterior ha de tener en cuenta que la fecha de esta debe ser cambiada por la fecha de emisión.
Las plantillas de factura proforma en un programa de facturación
Al usar un programa de facturación como Debitoor no has de preocuparte por estos inconvenientes. Las facturas proforma, aunque siguen el modelo inicial de una plantilla de factura ordinaria, no se numeran.
Solo al convertirla en factura final sale numerada, siguiendo la correlación de la serie. Respecto a la fecha de emisión, aparecerá la fecha del día que se emite la factura, aunque la proforma se haya emitido en una fecha anterior.
Esto último es imprescindible ya que siempre ha de haber una coherencia entre la serie numérica y las fechas de emisión de las facturas.