Puede que sea tu caso como usuario de nuestro programa de facturación: has de hacer facturas e introducir gastos reembolsables y no estás seguro de cómo hacerlo.
Pues bien, antes de proseguir, aclaremos primero qué son los gastos reembolsables y luego te mostraremos cómo facturarlos con Debitoor.
Qué son los gastos reembolsables (y por qué no hay que confundirlos con suplidos)
Se entiende por gasto reembolsable un gasto que un autónomo o empresario factura a su cliente como parte de sus servicios.
Por ejemplo, un autónomo que se desplaza para prestar un servicio a un cliente y tiene gastos de dietas y acuerda con este facturarle los gastos de desplazamiento así como las dietas.
Los gastos reembolsables van siempre a nombre del autónomo o empresario, por lo que no deben confundirse con los suplidos. Los suplidos son también gastos. Pero, a diferencia de los gastos reembolsables, van a nombre del cliente.
La diferencia es importante pues se facturan de forma diferente, lo que conlleva obligaciones formales también distintas.
Hacer facturas con gastos reembolsables: qué de saber
Lo primero que has de tener en cuenta es que los gastos reembolsables se facturan como un concepto más en la factura. Esto quiere decir que se les debe aplicar el IVA (y la retención, en caso de que proceda).
Valga como ejemplo esta muestra del software de facturación de Debitoor:
Como se puede apreciar, el gasto reembolsable - internet - se factura como cualquier otro servicio: aplicándole el IVA y la retención. No hay más misterio.