Zonas "verdes" - libres de coronavirus o bajo control epidemiológico - interconectadas a nivel europeo que permita viajar entre ellas y reactivar así el turismo para esta temporada.
Esta es, en esencia, la propuesta "Reconectar 'zonas verdes' europeas: una propuesta para salvar el turismo" que dos investigadores del Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol, Miquel Oliu-Barton y Bary Pradelski, han presentado recientemente.
El objetivo es que las economías más perjudicadas por la crisis del coronavirus, como España e Italia, puedan salvar este verano su principal industria - el turismo - mientras se mantiene a raya la pandemia.
Una red de zonas "verdes" certificadas por la Comisión Europea
Cada país de la Unión Europea se dividiría en zonas verdes y zonas rojas (provincias, regiones, departamentos, etc.). Las zonas verdes serían aquellas que tienen la epidemia bajo control y las rojas las que no.
La Comisión Europea, que tomaría el timón de esta iniciativa, sería la encargada de certificar cada zona verde siguiendo unos criterios epidemiológicos estandarizados. El Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC) podría ser el organismo encargado.
Estas zonas verdes conformarían una red certificada a nivel europeo que permitiría a sus habitantes viajar entre ellas de forma segura, lo que impulsaría de nuevo el flujo de viajes turísticos entre el Norte y el Sur de Europa.
El turismo: sector esencial para España
Como recuerdan estos investigadores, el turismo supone la principal industria de países mediterráneos como España, Italia, Grecia o Croacia.
Para estos países, la pandemia de coronavirus ha puesto en riesgo un sector que supone el 11 % del empleo y el 14 % del PIB en España. Y en zonas tan turísticas como Mallorca, el 45% de su economía.
La temporada de verano, que está al caer, supone además el momento de mayor trasiego turístico intracomunitario. Como señalan los autores, los viajes turísticos entre países miembros de la UE constituyen el 65% del flujo anual de viajes en un país como España.
Una propuesta así no solo mitigaría el impacto de la pandemia sobre la temporada turística en regiones fuertemente dependientes del turismo como Canarias y Baleares y donde la epidemia está más que controlada. También potenciaría el proyecto de unión europeo, tan maltrecho cada vez que estalla una crisis.