¿Pueden los comerciantes minoristas prescindir de un modelo de factura?
Si te dedicas al comercio minorista debes de estar familizariado con esta información:
- Salvo excepciones, tus proveedores han de aplicar el recargo de equivalencia a las facturas.
- Al estar en el régimen de recargo de equivalencia, no estás obligado a emitir facturas ni a presentar las declaraciones trimestrales de IVA (así como a llevar los libros contables pertinentes).
Parece un chollo, ¿no? ¿Pero qué ocurre si tu cliente te pide la factura?
Cuándo un minorista necesita un modelo de factura
Si tu cliente te pide la factura de la compra, aunque sea un particular (no importa) sí que estás obligado a hacer facturas. Por lo general, la factura no te la pedirá un particular, sino un profesional autónomo o empresa con el fin de deducirse el IVA de la compra.
Dado este caso, has de emitir una factura donde conste el IVA (nunca el recargo de equivalencia: eso es algo entre el proveedor y tú). Es decir, ha de constar el tipo de IVA aplicable al producto (que puede ser del 21%, 10% o 4%) y, a continuación, la cuota tributaria (el IVA, en números absolutos, que sumas a la base imponible del producto).
Está claro que esto lo has de hacer para que tu cliente se lo pueda deducir. Y (aclaración) eso no afecta para nada a tu forma de tributar (aunque sí a tu facturación): ese IVA no lo tienes que declarar a Hacienda, ya que al pertenecer al régimen de recargo de equivalencia, como decíamos al principio, estás exento de estas declaraciones.
¿Quieres saber más sobre el recargo de equivalencia? Échale un vistazo a nuestro artículo "Qué es el recargo de equivalencia y cómo funciona" de nuestra Guía para autónomos y pequeñas empresas.
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