Nos planteamos la siguiente disyuntiva: ¿qué es preferifle, un modelo de factura de Word o uno de Excel?
¿Cuáles son los pros y contra de ambos tipos de plantilla? ¿Por cuál decantarse?
Por suerte, no estamos frente a una pregunta existencial que exija una respuesta de vida o muerte.
Y, por suerte, la respuesta es sencilla: cualquier modelo de factura es válido, si lo miramos desde el punto de vista de la normativa de facturación de Hacienda.
Es decir: mientras que cumpla con los requisitos obligatorios, qué importa que el gato sea negro o blanco mientras cace ratones.
Pros y contras de un modelo de factura de Word y de Excel
Una vez aclarado este punto, conviene señalar que, desde un punto de vista funcional, existen algunas diferencias. Pocas, pero haberlas, como las meigas, haylas.
Ventaja de un modelo de factura de Excel:
- Puedes calcular el importe final con una sencilla fórmula (señalas las celdas correspondientes a los conceptos y las sumas).
Desventaja de un modelo de factura de Excel:
- Exige unos conocimientos mínimos que no son tan mínimos si uno lo mira con detenimiento.
Excel está pensado para cálculos y sus misterios, para un usuario normal y corriente, pueden resultar insondables.
Una plantilla de Word, para estos menesteres, es más fácil de usar y puedes estar seguro que has de hacer muchos esfuerzos para que se te compliquen.
¿Hay vida inteligente más allá de un modelo de Word y Excel?
Y ahora, por eso de ver un poco más allá de nuestras narices, digamos que existe una alternativa más inteligente a las plantillas de Word y Excel.
Y tiene un nombre muy socorrido por estos lares y fácil de recordar: programa de facturación.
¿Por qué complicarse con obsoletos modelos de Word y Excel cuando uno se las puede apañar más fácilmente con un programa de facturación en la nube?
La respuesta, my friend, no está en el viento, como diría aquel famoso trovador de Minnesota. Nosotros ya hemos propuesto una. Su nombre es debitoor, programa de facturación.
Y puedes probarlo gratuitamente.