Cada vez son más los autónomos y empresarios que buscan espacios profesionales donde desarrollar su oficio. En los últimos años, esta demanda se ha visto satisfecha con la proliferación de los espacios de coworking, que ya no sólo ofrecen un lugar donde trabajar, sino también un espacio cooperativo y de oportunidades profesionales.
Es el caso de Workincompany, un espacio de coworking pionero en Sevilla y Andalucía. En Debitoor, programa de facturación, entrevistamos a uno de sus fundadores, el arquitecto Alberto Pérez Sola.
¿En qué consiste Workincompany?
Workincompany es un espacio de coworking. Fue el primero de Sevilla y Andalucía. Hace seis años que lo fundamos. Mi socio y yo somos arquitectos y la idea surge como una necesidad de espacio de trabajo.
Es un concepto que está más que implantado en Estados Unidos y está empezando en Europa (ya hay en Madrid y Barcelona). Y lo vimos como una oportunidad de negocio aquí en Sevilla y Andalucía. Ese fue el motivo y la causa por la que hicimos el negocio.
¿Y qué hacéis exactamente?
Hay muchos tipos de espacio de coworking. A nosotros nos gusta decir que hacemos “coworking puro”. En nuestra jerga, como la palabra indica, hacemos trabajo en comunidad.
No es que esto sea una cooperativa. Cada persona es freelance, cada persona tiene su tiempo, es dueño de su mesa, de su empresa, de todo. Pero sí que es verdad que nuestra responsabilidad y labor como community builders es la de dinamizar y que se cree una buena sintonía profesional.
Ahora mismo seremos una parte activa de entre 50 y 70 usuarios durante el año. Y nuestra labor es saber en qué anda metida cada persona y en que fluya bien la comunicación entre ellos. Así también es como surgen las oportunidades profesionales: las sinergias, la serendipia… ese tipo de cosas que surgen en este tipo de espacios.
La gente que acude allí tiene su negocio independiente y la idea es crear una comunidad…
Sí, ellos tienen un negocio independiente y necesitan un lugar donde trabajar. Pero buscan un sitio que tenga algo más. Si no quisieran algo más sería simplemente un centro de negocios o una oficina compartida o un local comercial. Si vienen a este tipo de sitios es porque quieren estar rodeados de otros profesionales, tener otro tipo de inspiraciones.
Imagínate: una persona que tiene una tienda online de venta de vinos puede preguntar a la comunidad si hay alguna persona de marketing o diseño o publicidad en materia digital para que le eche una mano. Y eso de una forma muy natural. Nosotros casi no tenemos ni que forzarlo. Solo tienes que tomarte un café con dos personas para que esas dos personas te presenten al resto.
También es un espacio propicio para una serie de eventos. Nosotros somos muy activos a nivel de comunidad externa, de cara a la ciudad. Organizamos muchos eventos profesionales (nos costó seis años). Tenemos sala de reuniones, servicio de oficina virtual, tenemos salas para dar charlas, conferencias y formación.
Podemos decir que somos un referente aquí en Sevilla en organización de distintos eventos: diseño, encuentros de networking al uso, encuentros gastronómicos, culturales...
Esto es un negocio muy activo, bastante cambiante. Nunca te puedes quedar obsoleto en esto. Requiere estar siempre a la última.
En los inicios, ¿cómo llegasteis a construir esta comunidad?
Es muy difícil. Ya de por sí crear una comunidad desde cero es una tarea bastante compleja y engorrosa. Pero encima crearla en Andalucía y Sevilla es más complicado todavía.
Sevilla tiene una mentalidad más tradicional y las cosas llegan un poco más tarde, pero luego son bien aceptadas. Nosotros hemos seguido una labor de comunicación para que el mercado y el público nos acepten.
Esa labor de captación y construcción de una comunidad ha sido lenta y pausada. Hemos asistido a muchos eventos profesionales, hemos participado en muchas ferias de empleo, de emprendimiento, hemos dado infinidad de charlas, hemos participado en shows, hemos hecho de speakers, hemos dado speeches… En fin.
Todo eso en Sevilla
En Sevilla y Andalucía también. Hemos hecho muchas labores de marketing de guerrilla, marketing de calle. Al principio siempre todo muy low cost, porque empezamos sin financiación, sin dinero y todo era muy de andar por casa.
Pero bueno, ahora ya es una comunidad muy establecida, ya cuentan con nosotros para participar en muchos foros, en organizaciones… Nos tienen muy en cuenta.
Evidentemente las redes sociales han hecho su trabajo también. Hemos hecho muchas campañas, muchas promociones… Ha habido de todas las acciones para atraerse a gente como también catas de vino, de queso, de aceite, clase de yoga, meditación.... Estar presente en todos los campos para intentar atraer a diferentes públicos.
Hace dos años que participamos con la Cámara de Comercio de Sevilla (EUSA) y eso ha servido para participar en una serie de foros que no eran los nuestros. Y bueno, todo ayuda. A día de hoy nuestro público siempre llega por búsqueda en Google y también por el boca en boca.
Para acabar, ya sobre Debitoor, el programa de facturación. ¿Cómo llegaste a nosotros? ¿Por qué os decidisteis a utilizar nuestro sistema?
Como hacen todas las empresas cuando empiezan a crecer, nosotros emitíamos las facturas en Excel. Como hacen muchos autónomos. En el momento que pasamos de 5 clientes al mes a 20 a 30 y a los 50 y 70 que tenemos ahora, el Excel era muy poco productivo, muy lento.
Y necesitábamos algo más efectivo y automático y también una respuesta más profesional, por supuesto. Y probando entre diferentes alternativas, Debitoor nos gustó. Empezamos con la versión gratuita y pasamos a la de pago. Y de hecho hemos sido muy buenos “evangelizadores”, porque Debitoor ahora aquí lo utiliza mucha gente.
¿Buscas un espacio de coworking en Sevilla? Visita la web Workincompany y contacta con Alberto. Te abrirá un mundo de oportunidades profesionales.
¿Usas Debitoor para hacer facturas y te gustaría que publicáramos tu historia? Escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo.