Los ERTE son un mecanismo de protección del empleo que se puso en marcha hace cosa de más de un año, cuando se declaró el primer estado de alarma.
Con los ERTE se intentaba evitar una sangría de parados debido a las restricciones aprobadas por el Gobierno para combatir la pandemia.
Un año después, muchos trabajadores todavía siguen en ERTE - alrededor de unos 600.000 en abril - y muchos de ellos, así como sus empleadores, se preguntan cómo les afecta en sus vacaciones. A continuación aclaramos algunas dudas.
ERTE y vacaciones
Podemos distinguir dos tipos de ERTE. Aquellos que consisten en una suspensión temporal del contrato - los ERTE al 100% - y aquellos otros que consisten en una reducción de jornada (un ERTE parcial).
Pues bien, en los ERTE al 100% el trabajador no tiene derecho a vacaciones. O mejor dicho: el tiempo que está - o ha estado - en ERTE completo no genera días de vacaciones.
¿Y ocurre lo mismo con los ERTE parciales?
ERTE parcial y vacaciones
Son muchos los trabajadores que han estado en un ERTE parcial. En tal caso, las vacaciones computan de la misma forma que si no hubieran estado en ERTE.
Pongamos que un trabajador ha estado tres meses en un ERTE parcial. En tal caso, le tocaría de vacaciones lo correspondiente a esos tres meses de trabajo.
ERTE y vacaciones no disfrutadas
Las vacaciones se deben disfrutar en el año natural. De no ser así se pierde el derecho a disfrutarlas (salvo que el contrato o el convenio digan lo contrario).
Así que un trabajador en un ERTE de suspensión del contrato (al 100%) debería pactar con la empresa el disfrute de sus vacaciones en el año natural (de las vacaciones que le corresponderían cuando no estaba en ERTE, se entiende).
Si está en un ERTE parcial ha de disfrutar las vacaciones como si no estuviera en ERTE, es decir, dentro del año natural.
Todavía no sabemos qué ocurrirá con los ERTE, por cierto. Pero todo apunta a que se prolongarán más allá del 31 de mayo.