Pasivo corriente - ¿Qué es el pasivo corriente?
El pasivo corriente, también llamado pasivo circulante o pasivo a corto plazo, es la parte del pasivo de una empresa que contiene sus deudas y obligaciones con una duración menor a un año, es decir, las obligaciones y deudas a corto plazo.
Puedes gestionar el pasivo de tu negocio a través del balance de situación, el cual te ayuda a comprender mejor la situación financiera de tu empresa.
El pasivo corriente forma parte, junto con el pasivo no corriente, del pasivo exigible y se encuentra dentro del balance de situación. En el pasivo encontraremos por tanto las deudas que la empresa ha contraído para poder financiarse.
La diferencia entre el pasivo corriente y el no corriente no tiene nada que ver con su naturaleza (su origen o cómo se han contraido dichas obligaciones) sino con el plazo que tenemos para pagar la deuda. En el caso del circulante, será inferior a un año.
¿Cómo está estructurado el pasivo corriente?
Según el Plan General de Contabilidad (PGC), el pasivo corriente se compone de diversas cuentas, como las que encontramos a continuación:
- Deudas a corto plazo
- Provisiones a corto plazo
- Deudas con empresas del grupo y asociados a corto plazo
- Acreedores comerciales a corto plazo
- Otras cuentas a pagar a corto plazo
- Pasivos vinculados con activos no corrientes mantenidos para la venta
Todas estas obligaciones deberán hacerse frente en un plazo inferior a un año. Normalmente se saldarán con recursos del activo circulante, y de necesitarse más, probablemente se tenga que recurrir a otros pasivos circulantes.
¿Cuál es la importancia del pasivo corriente?
Su importancia reside en el hecho de que todas las empresas necesitan financiación para poder funcionar y llevar a cabo sus diferentes actividades económicas, lo cual se logra a través del pasivo.
Tanto una buena administración del activo corriente como del pasivo corriente permitirá a la empresa gozar de buenos ratios de liquidez.