Déficit - Qué es el déficit
Al contrario de lo que ocurre con el superávit, el déficit es la falta de un bien o de aquello que es necesario para una organización. A grandes rasgos, déficit es sinónimo de carencia: se ha gastado más de lo que se ha ingresado.
Para comprobar el estado de tus cuentas y llegar a saber si al final del año se ha alcanzado superávit o déficit, es importante realizar un análisis contable.
Aunque el término déficit se utiliza en varios ámbitos, como la alimentación y la psicología, es más común verlo en el económico. Es un término muy habitual cuando se habla de crisis financieras.
Cuándo se produce el déficit
En el sentido más estricto, un empresario encontrará que su negocio es deficitario cuando los ingresos no superan a los gastos, sino que es al contrario.
Cuando una empresa contabiliza los ingresos y gastos al cerrar el año contable puede comprobar si el resultado es negativo o positivo. Si se diera el caso de que es negativo, terminaría siendo un año con defícit.
Por ello, es muy común hablar de déficit en términos de economía internacional, en el que el conjunto de las administraciones públicas ingresa menos dinero del que gastan. Se usa entonces el término déficit presupuestario, déficit público o déficit fiscal.
El déficit en el comercio internacional
Puede suceder que un país importe más de lo que exporta. Se produciría, entonces, déficit. En caso contrario, hablaríamos de superávit.
Se toman en consideración todos los elementos de la balanza de pagos (cuenta corriente, cuenta de capital, cuenta financiera y cuenta de errores y comisiones) para obtener el total. Si la balanza es positiva, habría superávit. Si es negativa, se encontraría una situación de déficit.
En el caso de que en la balanza de pagos, el total sea cero no se produce ni superávit ni déficit.
Diferencia entre déficit fiscal y deuda pública
Cuando uno se refiere a déficit presupuestario o fiscal, lo hace a ese desequilibrio en el que los ingresos por impuestos o retenciones son inferiores a los gastos públicos.
Sin embargo, la Administración pueda mantener deuda con otras organizaciones privadas o con particulares con el fin de financiarse. Esto es lo que se conoce como deuda pública.
Generalmente, la deuda pública se materializa en forma de venta de títulos de valores o bonos. De ahí, que muchos países vendan deuda pública a otros para obtener recursos financieros.
Cuando los gastos públicos, son superiores a los ingresos y se genera una situación de déficit fiscal, muchas administraciones optan por la venta de deuda pública, dentro y fuera del país. También puede acompañarse de la subida de impuestos y venta de bienes o recursos naturales.