Todo negocio está compuesto por bienes o elementos de carácter duradero. Es lo que llamamos activos fijos o inmovilizado que, con el tiempo, sufren una depreciación.
El inmovilizado
Desde un punto de vista contable, un activo es un bien, derecho u otro recurso que una empresa controla económicamente y del que espera obtener un beneficio o rendimiento económico en el futuro. Es decir, el ordenador con el que trabajas, el coche de empresa o una patente son activos de tu empresa.
Cuando inicias un negocio has de realizar inversiones en bienes o elementos que tienen un carácter duradero. Maquinaria, muebles de oficina, ordenadores, una patente o una marca son ejemplo de lo que en la jerga empresarial conocemos como activos fijos o inmovilizado.
Con Debitoor te damos la opción de gestionar el inmovilizado en la cartera de gastos.
Inmovilizado, amortización y depreciación
Los activos fijos o inmovilizado de tu empresa pierden valor con el paso del tiempo, ya sea por su uso y funcionamiento o por los cambios tecnológicos. En el mundo contable, este proceso se conoce como amortización o depreciación.
Cualquier empresario ha de tener en cuenta esto para su contabilidad, pues cuando hablamos de amortización o depreciación estamos hablando de gastos.
Datos generales
Con tu programa de facturación y contabilidad Debitoor puedes tratar tus gastos como activos y calcular su amortización de forma automática.