La relación laboral encubierta o el "falso" autónomo
Imagina que eres un emprendedor (y si estás leyendo esto, no te hará falta imaginártelo porque ya lo debes de ser), y junto a tu socio/a has decidido constituir una empresa de reparación de bicis, por poner un ejemplo.
Empezáis a trabajar, la cosa va bien y decidís realizar algo nuevo, como, por ejemplo, vuestra web. Y para ello contactáis con una persona que sabe hacer estas cosas.
Así que como esta persona realiza la web y no va a reparar bicis en vuestro taller ni a hacer un trabajo propio de vuestra actividad, decidís con él que se hará autónomo, que os facturará su trabajo mensualmente y hacéis un contrato mercantil para sellar el acuerdo.