Todo negocio de éxito es el resultado de una buena organización entre los miembros del equipo. Con la función multiusuario conseguirás un reparto más eficaz de las tareas sin perder de vista la unidad.
Unión y cooperación entre los miembros del equipo
En muchas empresas, por su tamaño reducido, todos han de hacer de todo. La división de las tareas es un lujo que no se pueden permitir. Hay que arrimar el hombro.
En estos casos, por muy deseable, no es posible que uno se dedique a la contabilidad, otro a las ventas y otro a hacer café. Sino que todos han de ser contables, comerciales y excelentes cafeteros al mismo tiempo.
En otras empresas de mayor tamaño, en cambio, pueden permitirse departamentos o una división de las tareas en equipos, donde cada uno se dedique a lo que mejor esté preparado o a lo que mejor se le dé.
En ambos casos, si usan un programa de facturación, les conviene que más de un usuario pueda trabajar en el mismo programa y no delegar todo el trabajo en uno solo.
Es en este contexto donde se agradece un programa que permita múltiples usuarios para mejorar el rendimiento de la empresa. Y con Debitoor, programa de facturación y contabilidad para autónomos y pequeñas empresas, puedes hacerlo:
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Las ventajas del trabajo en equipo
Un mismo equipo ha de estar bien coordinado. Es el camino más rápido hacia el éxito.
Hay dos proverbios castellanos que expresan la clave de este éxito en una organización: "divide y vencerás" y "la unión hace la fuerza".
Aunque aparentemente contradictorios, son dos conceptos complementarios: división y unión, competencia y cooperación, diferencia e igualdad.
¿Y qué tiene que ver esto con la función multiusuario de un programa de facturación y contabilidad? Pues que un programa de facturación está formado por varios elementos: facturas, gastos, clientes, proveedores, productos, etc.
La aplicación multiusuario permite que en un mismo equipo nadie tenga que depender de nadie (del administrador de la cuenta, por ejemplo) para poder trabajar en su respectivo campo - cuando la división de tareas está clara - o en todos los campos - cuando todos han de apechugar con todo.
Imagina que tienes un equipo de ventas. Cada comercial puede acceder con su tableta desde un lugar distinto, enviar un presupuesto, facturar directamente a su cliente o introducir un gasto. Todo al mismo tiempo. Y lo mejor: sin estar "desconectado" del resto del equipo.
De este modo se evitan los dos grandes males de una organización: el que cada uno vaya a la suya sin saber lo que han hecho los otros (descoordinación) ni que unos se pisen a otros (solapamiento).
Una empresa es un ente muy complejo para dejarlo en manos de la dejadez o la espontaneidad. Cuanto mejor coordinado esté el equipo, mejor para todos. Cuanto más fuerte sea la unión, más eficaz será la división de las tareas.
Y cuantos más usuarios puedan colaborar en la gestión de la empresa, más exitosa será ésta.
